Anamer S. Chirinos
José Manuel Del Moral Ortega decidió romper el silencio. En una entrevista realizada al hombre de 29 años de edad, en una celda del centro de reclusión de la Zona Nº 5 de la Policía del Estado Anzoátegui ubicado en El Tigre, en la que lleva, según las pruebas que presenta, seis años injustamente preso, explicó cómo el caso se volvió “político” por su trascendencia.
Cabe destacar que Del Moral, al que presuntamente implican en un triple homicidio, por su apodo “La muerte”, se presentó voluntariamente ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), sub delegación El Tigre, luego que escuchara por rumores y programas de radiodifusión que “lo estaban buscando por el asesinato del pastor evangélico y su familia”.
“Las primeras dos veces que fui, me hicieron esperar y luego me regresaron a mi casa porque supuestamente estaban ocupados, la tercera vez me dijeron que quedaba detenido porque había una orden de captura”, aseguró Del Moral. El 26 de noviembre del 2009 fue la última vez que caminó como un joven libre, tenía 23 años.
La presión social que existió en la ciudad durante meses, podría decirse que “obligó” a los funcionarios a “resolver” el crimen a toda costa. Lamentablemente en Venezuela no se cumple el principio jurídico penal de que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, hacen todo lo opuesto, este caso lo demuestra plenamente.
“La masacre de Guanipa”
El 11 de diciembre de 2008 la historia criminal de San José de Guanipa, mejor conocido como “El Tigrito”, pueblo que ha crecido a la par de El Tigre, cambió para siempre. En el interior de una residencia ubicada al final de la calle Caracas, yacían los cuerpos sin vida del pastor evangélico del Centro Mundial de Paz, Jean Carlos Salazar Requena, de 30 años, su esposa Ingrid Rafaela Higuera, de 33 y su hija de 4.
Según los relatos de los moradores del lugar, “la casa parecía la escena de un ritual satánico o de una película de narcotraficantes”. Los tres integrantes de la familia Salazar mostraban signos de tortura, el asesinato se realizó con saña. Fueron decapitados. El suceso recibió el nombre de “La Masacre de Guanipa”.
El levantamiento de los cadáveres y el análisis de la escena, se realizó 14 horas después del hallazgo. Presuntamente, a la ciudad petrolera arribó una comisión especial del Cicpc encargada de “homicidios siniestros” por ser un “atípico triple crimen”. En las paredes de la vivienda fueron escritos mensajes “satánicos” con la sangre de los tres occisos.
14 de diciembre
Por el sector central de San José de Guanipa, Pedro Rafael Solorzano Freites, quien para ese entonces tenía 23 años, caminaba junto a dos sujetos, mostrando dibujos sobre el triple homicidio. Una mujer que observó con rareza el hecho, avisó a las autoridades.
Solorzano es el principal sospechoso, en base a su “confesión” fue que los investigadores realizaron la captura del resto de los “implicados”. Lo curioso es que las personas que él describe, no concuerdan con los rasgos de ninguno de los que actualmente se encuentran privados de libertad.
Pedro fue detenido. En sus declaraciones iniciales mencionó que el día de los dibujos andaba con “Enrique y Miguel”, y facilitó sus direcciones. Solo allanaron su casa, se llevaron los gráficos y los recolectaron como evidencia. “Enrique y Miguel” nunca fueron investigados. Pedro quedó en libertad.
La misma ciudadana que avisó sobre los dibujos, destacó a las autoridades que “'La muerte' se la pasaba con Pedro todos los días”. Los describió como un hombre de cabello largo, con bastantes zarcillos, vive en El Basquero, que residía junto a su pareja a la que “hizo abortar en varias oportunidades para hacer sacrificios con los fetos”. Esta declaración se encuentra en el expediente, nunca ha sido tomada en cuenta. Posiblemente está en manos de la Fiscalía.
El caso “se enfrió” por 10 meses. A mediados de noviembre de 2009 pasó a manos del detective del Cicpc, Francisco Sánchez. Lo primero que hizo fue enviar los dibujos de Solorzano a un especialista en grafotecnia forense en Maturín, estado Monagas para compararlos con las escrituras de sangre en la escena del crimen.
Los resultados vincularon a Solorzano con el homicidio; emitieron orden de captura contra el sujeto de forma inmediata. Desde este hecho, inició una “cacería de brujas” contra todo aquel que se vistiera de color negro en El Tigre y El Tigrito.
Solorzano manifestó que “él no fue, que los asesinos eran 'Zombie', 'Nitro', 'Morfo', 'Dragma' y 'La muerte'”, pero nunca reveló los nombres de las personas que llevaban esos apodos. Sin embargo, no fue difícil para los investigadores dar con ellos.
Cuatro personas fueron aprehendidas en los próximos días, Publio Efraín García Canales, alias “Morfo”, de 26 años, su esposa Marisela Coromoto Padrino Astudillo, “Dragma”, de 22, Carlos Adán González Ortega, de 20 y Luis Ángel Aguilarte Marín, de 22. Solo faltaba “La muerte”. Estos cinco presuntos homicidas fueron presentados ante los tribunales el 17 de noviembre del 2009 y además privados de libertad.
“La Muerte”
Desde su celda, Del Moral, junto a su novia Alicia Martínez, narró cómo el lunes 23 noviembre de 2009, después de la presentación de los primeros detenidos por el caso, llegó a casa de Martínez, una citación para que hiciera acto de presencia en el Cicpc, a la que asistió sin problema alguno.
“Detallaron a una persona que no era José, lo describieron como un hombre de estatura baja, tez blanca, zarcillos en ambas orejas, cabello largo usado con cola; cuando José Manuel posee características diferentes, mide 1.90, su tez es morena, jamás ha llevado el cabello largo, y está avalado y certificado por un forense que nunca ha perforado sus orejas. Lo que evidencia una completa locura que los funcionarios a cargo del caso no le dieran la más mínima importancia a esto y aún así lo detuvieran” ratificó Martínez.
José, quien nunca negó que sus amigos le dijeran “La muerte” debido a su altura y delgadez, encaró como una persona inocente cualquier acusación que hicieran en su contra. “Al día siguiente que fue Alicia a la entrevista, me presenté, me regresaron a mi casa, insistí y fui al día siguiente, me hicieron lo mismo, fue en mi tercera visita cuando me dejaron detenido por supuestamente tener una orden de captura”, señaló José Manuel.
Destacó que fue llevado a los tribunales durante varios días, pero sería el 1 de diciembre de 2009 cuando le hicieron la audiencia de presentación. “Declaré, dije que el día del asesinato yo estaba haciendo un curso de programación que la IBM dictaba en la Unefa de desarrolladores de software, de 5:00 de la tarde a 9:00 de la noche, mientras tanto, todos los efectivos presentes no paraban de tomarme fotografías”.
Del Moral señaló que no solo estaba haciendo el curso, sino que estaba en la fase cumbre. “Para la semana comprendida del 8 de diciembre del 2008 hasta el 12, era la entrega de un proyecto final que me tomó muchas horas de estudio y reuniones con mis compañeros de clases”.
“Era capitán del equipo, nombrado por el profesor del curso, tenía aún más responsabilidad en mis manos, y el día de la presentación, culminamos el proyecto con una exposición y obteniendo excelentes calificaciones, esas pruebas existen, no son inventos” enfatizó Del Moral.
Reveló que tras la audiencia, que duró dos días, lo llevaron al paredón de reconocimiento, para que “el delator pueda reconocer a el culpable”. El testigo clave era Pedro Solorzano, en sus manos estaba señalar por el espejo quién era “La Muerte”.
“Existen pruebas contundentes de que a Solorzano le preguntaron las características de la persona a la que iba a señalar, y habló del hombre cabello largo y con zarcillos que no tiene nada que ver conmigo, pero me apuntó a mí, alegando que he pasado por muchos cambios” aseguró Del Moral. Los investigadores le decían a José Manuel que “se quedara tranquilo, que lo iban a soltar porque Solorzano solo hablaba locuras”. Afirmó que los detectives saben que él no es “La muerte” al que buscan, porque es a otro sujeto.
Diversas interpretaciones e interrogantes podrían sacarse de esta situación. ¿Pedro Solorzano fue amenazado por su amigo “La muerte” tras su primera detención?, ¿La muerte después de amenazar a Solorzano huyó de El Tigre?, ¿La versión del triple crimen que ofrece Pedro a el Cicpc son el resultado de los 10 meses que estuvo libre luego de su primera detención?, ¿Dónde están Enrique y Miguel, acaso uno de ellos será “La Muerte” que requiere la “justicia”?
El avocamiento
En el 2010, Del Moral introdujo un recurso de avocamiento ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en Caracas y fue admitido. En el documento, la defensa del acusado reflejaba con pruebas, las irregularidades con la que se estaba manejando la investigación. El proceso se paralizó. El magistrado en ese entonces era Eladio Aponte Aponte, hombre con problemas gubernamentales.
En el 2011 la terrible noticia llegó a la celda de José Manuel, dejaron “sin lugar” el avocamiento. José sospecha que su documento no fue tratado en el TSJ como de debió, por los problemas políticos por los que atravesó Aponte en esa época. “El hombre ni le paró a mis papeles”, opinó Del Moral.
El precio de la mentira
“Mi vida se resume en ir a los Tribunales”, destacó José Manuel, quien actualmente vive su segundo juicio, y ha tenido tres jueces. “En el 2012 le asignaron el caso a la juez Jesmit Milano, luego de tres meses la destituyeron de los tribunales y pasó a manos de Cruz Bastardo, luego lo destituyen y ahora lleva el caso la juez Adnedis Bastidas, con ella inició en diciembre de 2013”.
El color de piel de José Manuel, cambió por completo, lleva seis años sin caminar bajo el sol. No ha olvidado cómo sonreír, su peculiar risa se deja oír cuando por pocos minutos el dolor se desvanece. Desde su lugar de reclusión invitó al mundo a que conozca su historia, y de igual forma convocó a quien pueda sensibilizarse con su caso y ofrecer ayuda. “Sufro en una vida que me regaló Pedro Solorzano, un hombre al que jamás conocí, sino hasta el juicio, sufro una condena injusta con personas que fuimos acusadas por ese hombre que nunca habló coherentemente”.
No solo Del Moral Ortega ha padecido la injusticia, sus padres y amigos también. Durante años, las paredes de El Tigre y El Tigrito se han llenado de graffitis en los que dice: ¡Libertad para José Manuel Ya! En diversas ocasiones han detenido, por varias horas, a quienes han visto colgando las pancartas cuando es día de juicio. ¿Buscan esconder algo?
Pruebas de inocencia
La defensa de José Manuel cuenta con pruebas de ADN que lo desvinculan del lugar del crimen, pruebas forenses que certifican que nunca ha tenido perforaciones, fotos que indican que nunca tuvo el cabello largo, declaraciones que prueban su ubicación al momento que ocurrió “La masacre de Guanipa”. Aun así, tiene seis años tras las rejas. Es importante señalar que Pedro Solorzano en múltiples oportunidades ha decidido no declarar públicamente en el juicio porque “tiene miedo”, ¿Acaso, mintió?
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